donde está sentada tiene tal vez esos dos colores.
Amarilla se fuma un
cigarro. Se lo fuma sin afán.
El humo azul del cigarrillo me envuelve.
Amarilla me lo echa en los bigotes. Puta mierda.
Siempre hace lo mismo
cuando está deprimida.
Luego subimos a la azotea y Amarilla abre los
brazos, respira y me dice que la mañana está perfecta para suicidarse. Entonces me agarra y me lanza a otra azotea que queda abajo y yo doy
vueltas y vueltas y por mis ojos pasan el cielo azul, los edificios, las
nubes, el sol, las ventanas, los ruidos y finalmente caigo parado en la
otra azotea en medio de un poco de ropa extendida y digo mierda, esta
Amarilla es cosa seria. Subo hasta donde está Amarilla y me acurruncho
entre sus piernas y pienso mierda, qué rico, me arrepiento de haber pensado ahogarme en salsa de tomate. Comemos galletas de chocolate y
miramos la ciudad.
Amarilla se sienta y lee el periódico.
Me muestra una
noticia de un hombre que mataron por una orinada.
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